martes, 22 de septiembre de 2009

Para los que quisimos y no pudimos, EL INDIO EN SALTA

Extraje esta noticia de http://www.mundoredondo1.com.ar/ porque me parecio la nota mas copada, visiten la pagina, esta muy buena.


31 AÑOS DESPÚES VOLVIÓ EL INDIO A SALTA

Si había algo que le faltaba al carnaval de almas era rubricar la fidelidad viajando nada menos hasta la lejana ciudad de Salta. 32.000 personas quisieron demostrar esa fidelidad única en el rock y se dieron cita en una ciudad que miraba intrigrada la llegada de gente de todas partes.

Ya la previa podía vivirse en los campings donde se instalaron más de 800 carpas de grupos provenientes de todas partes del país, e incluso de Chile, Uruguay, Bolivia, Perú y Paraguay.

La noche del viernes fue testigo de una perfecta mezcla entre ricoteros y pueblo salteño en la calle Balcarce, donde bares rockeros y peñas folklóricas coexistían sin problema alguno, mientras la gente caminaba observando una noche muy distinta a las habituales y disfrutaba de ver a los grupos reunidos celebrando la previa al show. Y así fue que 31 años después de su debut (en aquel show en El polaco 78), un Indio Solari hablador como pocas veces, agradeció a las bandas su presencia y recordó el hecho. El show empezó puntualmente a las 21:30 con una sólida y contundente Fuegos de Oktubre y dio el puntapié inicial para un show completamente distinto a los que se pudieron ver en el 2008 en Jesús María, Tandil, La Punta y La Plata. A lo largo de la noche se sucedieron canciones redondas y temas de los dos discos solistas de Solari.

Los Fundamentalistas tuvieron oportunidades amplias de lucirse como banda y como individualidades, demostrando estar plenamente consolidados. Las guitarras y el saxo marcaron los tiempos en la noche salteña, y cada uno de los miembros de la banda se ajustó al reloj en cada nota. La primer sorpresa de la noche fue Todo un Palo, quien no se cantaba desde el Patinódromo del 99, y fue a pedido mismo de la banda, que querían interpretar el tema.

La segunda sorpresa vino con Pituca (El arte del buen comer), en una versión marcadamente más tanguera que la registrada en el disco doble, donde Solari subrayó: "Va en ritmo de tango... de cuando los tangos eran tangos".

En un abrir y cerrar de ojos la noche se fue acabando, a todos el final los sorprendió bien temprano, porque Jijiji llegó demasiado pronto. Sin embargo, habían pasado 26 temas y dos horas y media de un show sin pausas.

La puesta en escena fue sobria, como nos tiene acostumbrado el Indio. Las pantallas de proyección y la pantalla de video donde las imágenes solarianas de los discos solistas se suceden todo el tiempo en loops que derriten los ojos. El clima de la noche salteña acompañó perfectamente lo que sucedía dentro del estadio.

Para quienes estuvieron allí, será una noche difícilmente de olvidar... por muchas razones, el peregrinar interminable, el humor de Solari, el reencuentro y la agonía del final, esa que nos produce no saber cuándo volveremos a encontrarnos.



Fuente:
http://www.mundoredondo1.com.ar/


Te Verde & Co.






compartir en facebook

No hay comentarios.: